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Jamás lo vas a saber

Patito feo

Patito feo

Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que pretendían dispararle.




Al fin llegó la primavera y el patito pasó por un estanque donde encontró las aves más bellas que jamás había visto hasta entonces. Eran elegantes, gráciles y se movían con tanta distinción que se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe. De todas formas, como no tenía nada que perder se acercó a ellas y les preguntó si podía bañarse también.




Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:




- ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!




A lo que el patito respondió:




-¡No os burléis de mí!. Ya sé que soy feo y desgarbado, pero no deberíais reír por eso...




- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y verás cómo no te mentimos.




El patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado. ¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado era ahora el cisne más blanco y elegante de todos cuantos había en el estanque.




Así fue como el patito feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre.

1 comentario

maricoché -

Delicioso!!!
Esta noche tengo antojo...porque no me susurras un cuento antes de dormir??

Bezitos patozos cuac muac!!!