Navidad
La navidad era un concepto, como mi polla. Porque mi polla era el árbol de navidad. Con sus bolas. Con su espumillón de color negro. Mi polla era el abeto sobre el que colocar la perfecta estrella de tu coño en perspectiva. Un belén de posibilidad sobre el que edificar paraísos aparentes. Escorzados los cuerpos, ansiosas las glándulas secretoras de lubricación. Dilatados los esfínteres de alegría y desconcierto.
La navidad, sin duda, era un concepto.
La navidad era una entelequia, como tu cuerpo de zorra. Había un no sé qué de posibilidad resuelta, de deseo inalcanzable. Había un recuerdo ancestral en los alrededores de tu sexo, sagrado cáliz de mis desventuras. Último descanso de mis apetencias intempestivas.
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