Te castigaré por tu impotencia
Derecha te alzas ahora, desconocida, y no te marchitas,
como si no fueras jamás a dejar de estar tiesa.
En cambio, cuando Nemeseno se acostó todo él junto a mí
ofreciéndome cuanto deseara, pendías como un muerto.
Estírate, hínchate y llora. Todo en vano:
no obtendrás compasión alguna de mi mano.
como si no fueras jamás a dejar de estar tiesa.
En cambio, cuando Nemeseno se acostó todo él junto a mí
ofreciéndome cuanto deseara, pendías como un muerto.
Estírate, hínchate y llora. Todo en vano:
no obtendrás compasión alguna de mi mano.
Escitino de Teos (s. VI a.C.)
Cortesía de El mundo desde mi ombligo
1 comentario
neblina -
Hermoso , para mi, y real poema sobre el deseo masculino, escrito con mucha ironía y... realidad.
neblina