Prevención de riesgos laborales
Además de guantes,
se recomienda el uso
de cremas protectoras
y botas
Además de guantes,
se recomienda el uso
de cremas protectoras
y botas
Algo civilizado
que demuestra que el placer
puede ser buscado por sí mismo
Algo que
nos distingue de los animales.
Como el clítoris,
la literatura
y el fuego
No pienso en ti
como un objeto,
ni me interesas
solo para la cama
pero mentiría
si no dijera
que hay una parte de ti
que me interesa más
que todas las demás
Virgo prudentissima,
Virgo veneranda,
Virgo praedicanda,
Virgo potens,
Virgo clemens,
Virgo fidelis,
Mi capricho.... eres tú:
Mi capricho es que cieges tus ojos al mundo, a la luz, al entorno, ...a mi...
Mi capricho es que, desnuda, recorras tu cuerpo.... lo dibujes con tus dedos
... que explores de ti aquello que mas te gusta....
que con tus dedos impregandos en tu saliva....
pellizques, indages, incites, excites, invadas, penetres, abras......
Mi capricho es, que en esta habitacion...busques tu mas oscuro placer...
que tus dedos abran tu intimidad y se afanen acariciando el centro de tu placer...
Mi capricho es, que impregnes nuestra calidad estancia de tu olor, del olor que desprende tu excitado sexo... el olor que emana de mezclar mi lasciva saliva con los humores de tu abierta intimidad...
Solo pido dos breves caprichos mas...
que humedezcas tus dedos en mis labios....
... y que me permitas beberte cuando te derrames, inundarme de ti, de tu olor y tu sabor.... y en mi caprichosa orgia... quizas puedas inundarme varias veces mas....
Es mi capricho
Ponte de corazón, ladrillo fósforo
con quinientas espirales para llegarle
a la verde cumbre y ocultadas sedas.
Ponte de mar, estruendo, primavera
y manos estremeciendo el vaso, amante,
en el que cantan las sedes de otro tiempo.
Ponte de contemplar. amor, antiguamente
y dulcísimamente y perder como vidas
viejas y tirar la chaqueta cada día.
Ponte de puente; ponte, amiga, en puente
estrangulando el río en el que mujo y bramo
con robles, hojas.
Ponte para salir la falda nueva
y, tan cursi por el jardín, te nacerán en los ojos
lunas, avispas y una jarrita de miel.
Ponte de espaldas, natural y fuego
negro por los bajos conmoverán tus adentros
con gruñido vivo sin vivir en mí.
Ponte de piel de nuca, de guijarro,
de hombro, peñasco del crepúsculo,
al igual que una caja de música o cerezos.
Ponte de frío, ponte estatutaria
y cada embate será líquido inmóvil,
abril de jade, estigma de alabastro.
Ponte de recurrir, ponte de lengua
y unión, tormenta, carne para el discurso,
palabras como pasto lloviznado.
Ponte de vino, en fin, y calabaza
y tengamos, amor, amor, una hogaza candeal
y ojos para mirar el buen fuego y la muerte.
Me gusta despertarla besándola en los labios;
aparto un poco el vello y beso sus labios.
Con la punta de mi lengua abro el camino,
obteniendo como respuesta un ligero estremecimiento.
Continuo lamiendo la cara interna de sus muslos,
subo luego a su vientre,
me entretengo en el ombligo,
subo mis manos hasta sus pechos,
y ella despertando las aprieta con las suyas
a la vez que musita un agradable "Buenos días".
Sigo con mi tarea,
introduzco mi lengua,
chupo, muerdo, beso.
Hasta que sus muslos empiezan a temblar,
entonces agarra mi cabeza,
aprieta sus piernas,
exhala un suspiro que le sube del alma
y un agrio y blando licor invade mi boca.
Me gusta guardar ese sabor hasta que voy a la Fábrica,
y cuando paso por delante de mis compañeros,
contoneando mi cuerpo y susurran: ¡¡María Luisa, qué buena estás!!,
busco nuevamente con mi lengua,
encontrando su recuerdo en mi boca y sonrío.
Algo civilizado
que demuestra
que el placer
puede ser buscado
por sí mismo
Algo que nos distingue
de los animales.
Como el clítoris,
la literatura
y el fuego
Las estrellas descienden en apariencia
gracias al telescopio
fabricado por los jinetes
de los medios masivos de comunicación
que ofertan la epidermis del otro;
lo mismo para concebir un paradigma sexual
que jamás podrá ser concretado,
como para adentrarnos en la vida
de quienes debieran no importarnos
y no obstante nos conciernen
gracias a esa presunta aproximación
y conocimiento del espacio exterior.
Propongo aquí cinco principios respecto a las caricias:
1. Darlas cuando tenemos ganas.
2. Pedirlas cuando las necesitamos.
3. Aceptar y disfrutar las auténticas.
4. Rechazar las que NO queremos.
5. Dárnoslas a NOSOTROS mismos (Autoestima).
Aire,
soñé por un momento que era aire,
oxígeno, nitrógeno y argón,
sin forma definida, ni color.
Fui aire, volador.
Como yo soy muy consciente
hasta en esta situación,
decidí ser consecuente
con mi nueva dimensión
y probé a ser respirado
por la que duerme a mi lado.
Sin entrar en pormenores,
yo sé hacer cosas mejores
La habitación está un poco más oscura cuando Iris sale del baño envuelta en una bata blanca abierta. Saca el taburete de debajo del tocador y se sienta frente al espejo. Coge con la mano derecha el cepillo blanco de plástico y comienza a peinarse con movimientos rápidos y rítmicos provocando un leve chasquido. Sujeta con la mano izquierda el cabello sobre uno de los hombros y realiza los largos, rápidos y rítmicos movimientos con la mano derecha. Se detiene un instante y enciende la lamparilla del espejo. Farrell coge una revista de fotos del aparador que está al lado del sofá y se estira para encender la lámpara golpeando sin querer el pergamino de la pantalla al buscar la cadenilla. La lámpara está unos centímetros por encima de su hombro derecho y la pantalla marrón cruje cuando la toca.
Afuera está oscuro y el aire huele a lluvia. Iris le pregunta si cerró la ventana. Mira hacia la ventana, luego al espejo, ve su propio reflejo y detrás a Iris observándole sentada frente al tocador, con otro Farrell más borroso mirando fijamente desde la ventana que ella tiene al lado. Tiene que llamar a Frank para confirmar que salen de caza mañana por la mañana.
Pasa las páginas. El cepillo se tambalea sobre la superficie del vestidor.
y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.
Al haberme concedido la fausta ocasión de encontrarte,
he entrado ahora a los aposentos de tus esposas.
Aunque mi amor anhela el primer encuentro,
Temo, como si estuviera por tocar agua caliente.
No poseo talento alguno, pero agotaré toda mi capacidad,
para cumplir con los deberes de una esposa:
cuidaré con esmero las vituallas
y con obediencia ayudaré en los sacrificios ancestrales.
En mis pensamientos anhelo ser la estera de tu cama
para cubrir tu lecho cuadrado.
Quisiera convertirme en cubrecama y dosel de seda,
para protegerte del frío y de las corrientes de aire.
He limpiado la almohada y la estera de tu lecho,
y he llenado el incensario con incienso exquisito.
Cerremos el doble cancel con su candado de oro,
Encendamos la lámpara para que inunde con su luz la habitación.
Me quito mis ropajes y remuevo el polvo y la pintura,
y despliego el rollo de imágenes que está al lado de la almohada.
Tomaré por instructora a la Joven Sencilla,
para que podamos practicar abigarradas posturas,
aquéllas que un marido común haya visto pocas veces,
aquéllas que Tien lao enseñó al Emperador Amarillo.
Ningún gozo podrá compararse con los placeres de esta primera noche,
Que serán inolvidables, aunque hayamos alcanzado la vejez.
Chang Hen (78-139)
Ardiendo como estoy, solo atino a suplicar
Devórame
sin barreras hazme de ti.
Explórame,
junta tu cuerpo con el mío.
Incítame
toma mis labios.
Provócame
desnudémonos despacio,
toma tu tiempo.
Desliza las yemas de tus dedos
por valles planicies y veredas.
Río abajo
el placer te espera.
La flor de carne que es mi sexo,
roja y palpitante se ofrece para ti.
Deshójala despacio.
No te sacies
como un buen plato
devórame siempre.
Apenas rozando con tu lengua
o con leves mordisquitos
Mas comes mas apetito sientes.
Dame tu deseo tus delirios
Grita, gime conmigo
Devórame devórame devórame............
Hay sexo en la mirada,
que se hace con la mirada,
en la boca, en todo el cuerpo.
Hay sexo en el silencio,
o gritando, en la oscuridad,
o a plena luz del día.
Hay sexo con tu mismo sexo
y sexo con el otro sexo.
Hay sexo que se come,
sexo que se bebe,
sexo que se espera y no llega,
sexo que se desea
y sexo que se aborrece,
sexo que nos hace daño
y sexo que nos sana,
sexo que se llora
y sexo que da risa,
sexo sobresaliente
y sexo que no tiene importancia...
Hay hasta sexo virtual y sexo en solitario...
pero sobre todo es eso,
sexo, sólo sexo y nada más (y nada menos).
Después está el amor
pero eso es otra historia
que nada tiene que ver...
En la Cueva de Zoar, voy a cavarte.
Te voy a comer como una fruta.
Isis celestial serás para mis manos.
Astarté ardiente serás para mi boca.
Subiré a tus muslos, penetraré los cielos.
Míos serán tus pechos y tus nalgas,
tus curvas deliciosas, mías.
Nunca diré: ¡No te quiero;
o que una ofrenda de fuego te consuma!