Marco Aurelio
Todo tiene su gracia, sólo hay que saber ver:
las grietas del pan cocido lo hacen más apetitoso;
los higos se abren cuando están bien maduros;
las aceitunas que maduran en los olivos,
próximas a pudrirse, tienen una singular belleza.
Así, examinadas aisladamente,
carecen de belleza las espigas dobladas,
la melena del león, la espuma en la boca de los jabalíes
y tantas otras cosas.
Pero se vuelven bellas y atractivas
viendo su lugar en los procesos naturales.
Todo tiene encanto para quién,
con sensibilidad e inteligencia,
puede captar el conjunto.
Verá con tanto gusto las reales fauces de las fieras
como su reproducción por los mejores artistas.
Incluso en los viejos encontrará fresca perfección
y un amable encanto en los niños.
Y otras muchas cosas que nunca verá un ignorante.
Meditaciones, III 2
0 comentarios