Blogia
Jamás lo vas a saber

La carcajada del diablo

La carcajada del diablo

Lo contradictorio
es que cuidemos del cuerpo
para podernos olvidar de él,
que nos lavemos los dientes
para no sentirlos,
que hagamos gimnasia
para estar ágiles.

Si fuéramos coherentes,
en vez de halterofilia
haríamos ejercicios de levitación
y reconoceríamos abiertamente
que lo que nos sostiene en la vida
es nuestra vocación de fantasmas.

Y el sexo, claro.

Leopoldo de Trazegnies Granda
Sevilla, 2001

0 comentarios