Fantasias de lugar
Lo he hecho en un autobús interurbano lleno de batasunos, en un despacho de la facultad, en la biblioteca del padre de ella. Lo he hecho en rellanos de escaleras, en casapuertas o zaguanes y muchas veces en la playa de noche. En las literas de un tren nocturno, en un compartimento repleto. En el asiento trasero del coche (en marcha) y masturbando a la conductora en el delantero, a 120 por hora en una autopista.
Me han pillado (más de) una vez en el salón familiar y otra vez la guardia civil que buscaba contrabando. Se hicieron los locos, ambas veces.
Yo pensaba que lo había hecho en lugares extraños. Pero una vez se lo pregunté a unas amigas y me sorprendieron: en parques, en parkings, en ascensores, en probadores de grandes almacenes y hasta en plazas de toros.
Me hubiera gustado hacerlo en una playa, bajo el sol. Nunca lo conseguí y me temo que ya no lo haré.
2 comentarios
mamots -
Selvio -
Me gusta tu blog, te leo casi diario....