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Jamás lo vas a saber

Ellas y ellos

Sexo y adicción

Sexo y adicción

...

Me endiablaste con tu nalga
Me gustas bruja
Para hacer diabluras embrujadoras
Por que el mundo es nuestro suelo
A veces volamos
A veces mundeamos
A veces nalgueamos
Y solo haría lo que tú me dejases hacerte
Te miraría o te cuidaría
O te daría agua, solo lo que tú pidieses
Y mi cuerpo se resiste
Y te besaría entera
Desde tu nalga hasta tu otra nalga
Pasando por tus labios
Y quedándome en tus ojos
Reiniciando por tus pechos
Del uno al otro
Sin olvidar tus pezones
Y concentrándome en tu ombligo
Para recaer en tu espalda

...

Aceituna negra

Del amor y los números

Del amor y los números

Generalmente se podrá pensar
que existe un solo tipo de amor,
como se dice “solo existe un amor”,
pero no debemos olvidar que
para que exista debe haber 2 personas,
una enamorado de otra,
las dos enamoradas entre sí
o ninguna enamorada de ninguna
(como mis abuelos a esta edad,
ya que ni siquiera se recuerdan
si son amantes, esposos, amigos, conocidos o primos)
y también he sabido que esa cantidad (2 personas)
puede aumentar
si es que la relación
se vuelve un poco más liberal.

Entonces al existir tantos tipos de personalidades,
se generan muchas clases de amor:
amor-odio, amor-platónico, amor-maniaco, amor-celoso, etc...


Cómo enamorarse y no morir en el intento.

Alien 2

Alien 2

No es tu sexo lo que en tu sexo busco,
sino el agua
que grandes émbolos derraman del Alma profunda,
y la luz que trae el agua,
fulgurando con resplandores de joya,
y que es tu luz:
eso quiero beber

y que me entregues,
no tu sexo.

Prueba el vino que esta noche te ofrezco:
es ácido y verde,
sabe a yodo, y es salobre,
como el mar en el que nacimos,
y que espera,
siempre,
detrás de todas las montañas del Mundo.

No es tu sexo lo que en tu sexo busco, sino
el Océano, sacudido por tormentas
y mecido por vientos que arrastran atardeceres de plomo,
y los fuegos circulares que nacen
de mares cálidos y calmos

No tu sexo,
sino tu mar

Lanzado hacia cielos ambiguos desde émbolos convulsos,
con los ojos cerrados y un grito casi pudoroso,
extrayendo de lo más profundo de tu cuerpo
la sal de las lágrimas y el amargo del sudor.

Es un Océano de donde beber
lo que busco
en el fondo de tus ojos caucasianos,
No tu sexo.

Luis Lovich

Alien

Alien

El mundo se está haciendo cada vez más pequeño
o el tamaño del universo se va reduciendo,
como el número de planetas disminuye,
así pasa la vida poblándose de especies extinguidas,
de la terrible nostalgia, de ella misma.

En días como este uno quisiera
emprender la reconquista,
pero quizás, quizás,
quizás ya es tarde,
la casa debe estar abandonada.
Los aliens se han llevado todo
sin dejar mucho rastro,
aunque algo mueve en nosotros
el recurso del bueninvento,
ese donde puedes tocar
cada cuerda de mi cuerpo,
consolarte y consolarnos
la soledad hasta el amanecer
para poco a poco
apagar nuestras ansias.

Romance del revisor y la voluptuosa

lin.jpgUn escuezno, nada más, para el ayunte, un alfarnate para embobecerte el itervio y enchufarte el bulpo en la alfóciga, tanta mangancia para qué, ahora, ahora mismo quiero despepitarte la isoglosa, quiero ser huracán para tu súrculo, arderte fueguecillos en la destetadera, sacudirte el oscilógrafo abemoladamente, mi vida, vas a tocar el guzpátaro, ahora está fláccida, pero espérate a que se alindongue, espérate a que el chirimollo se me enmadure y verás qué borbolleo, qué emballestadura, qué manera de desaguarme en los hibiernos, qué manera de antorcharte la gatamusa con casimpulza barbárica, qué gusarapo glúteo en el anemuesco. Y cuando tengas la consonántica en los diapasones, sí, mi vida, te daré, sí mamita, sí, sí, sí, nos repujaremos el rábano y la cachetina con infamia perpetradora, ven verecunda mía, sobémonos el frenillo y el virote, tuerca para tornillo, únceme el popotal con el barrujo bien abierto, acuciémonos la acólcetra y los filipichines, circunsólame apezonando la erotomanía, estoy que no puedo con la güimba, va a chorrearme de la verecundia, oh, sí, ponme ahí tu heliotropo, que rezume, caramelito estruendoso para tus afufones, lávame con la susodicha la recocta, hazme emelgo en el frenillo, suculenta, hasta que nos arrastren por escándalo al desinfectorio, no importa, no importa, sólo se vive una vez, se descuajeringa en una chisca el azamboo y después para qué, el morbete se mustia y se lo morfan los gusanos, así que musítame ese ímpetu que tú sabes antes que suban más pasajeros al tren.

El florido byte

Espejos de colores

Espejos de colores

Busco sus ojos.
Busco la perfecta
y completa noción
del contenido
de sus ojos fríos,
porque sé que dentro de ellos
en realidad el calor es incandescente;
busco el ángulo exacto de sus hombros
para entender por qué se alejan tanto.
Quiero descifrar qué es lo que en sus ojos
oscuros como la noche y puros como el oro
me pierde sin darme noticia;
quiero descifrar su expresión
de la manera necesaria
para aprender a interpretarla.
Busco entender el color de sus estrellas
y el tamaño de su ser entero.

A ver si me entiende;
busco el prisma necesario
para descomponer sus colores de la manera correcta.

Una rapsodia azul

Ángeles

Ángeles

Cuando un ángel pierde las alas solo queda una puta con cicatrices

Oscar Fingal O`Flahertie Wills WILDE

Oscar Fingal O`Flahertie Wills WILDE

Todos matan lo que aman;
el cobarde, con un beso;
el valiente, con una espada.

Viento

Viento


No puede ser que las palmeras se doblen
a acariciar la crin de los caballos
y los ojos de las putas sean tiernos
como los de una Venus de Lucas Cranach


no puede ser que el viento levante las polleras
y que todas las piernas sean lindas

M. Benedetti

Nalgas perfectas

Nalgas perfectas

La que había sido consagrada a la Afrodita Vulgar, la diosa de las Dulces Nalgas, al igual que su madrina, Lysis de Mileto, recordó -siempre lo hacía- que una noche de tormenta, cuando era apenas una niña, unos piratas asquerosos entraron en la casa del Cerámico Exterior y la raptaron llevándola a una extraña tierra rodeada de mar, que nunca quiso saber cómo se llamaba.

Allí, a los tres días, fue comprada en el Mercado de Esclavos por una astuta matrona que, conocedora de su oficio, midió ancas, tetas y dientes, y supo que podría disponer de una nueva quinceañera en su prostíbulo, para placer de sus clientes.

Cuando llegaron a la casa, la niña, sin previo aviso, le tocó la frente a la vieja desdentada con el pulgar, y la alcahueta se mareó, escuchó sonidos agradables y murmuró, con los ojos en blanco, el conjuro que la otra le hizo recitar.

Juro por Lysis de Mileto y por la Atenea Calípige, que Arina, la Diosa de los Labios Ardientes tendrá su propia habitación y no permitiré que se sepa su forma de enamorar a los clientes. Ella, por su parte, jura que será la que más monedas me aportará. La defenderé con mi propio cuerpo y si fuera necesario, para que conserve su secreto, la protegeré hasta de mí.

Andrés Caro Berta

Otra vez eros

Otra vez eros


En el amor,
y en el boxeo
todo es cuestión
de distancia

Si te acercas demasiado
me excito
me asusto,
me obnubilo,
digo tonterías,
me echo a temblar...
pero si estás lejos
sufro, entristezco,
me desvelo y escribo
poemas.

Cristina Peri Rossi
Otra vez eros 1994

Amor o algo parecido a la cocaína

Amor o algo parecido a la cocaína

Durante aquel mes y medio hice todo lo posible para no perder su ascensor. Porque sólo a la altura de su casa explotaban los fuegos artificiales. Y porque debajo de su colcha las palabras ardían a 451° Fahrenheit. Y ya no hacian falta mis estúpidas metáforas.

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Hice un collage en la pared de su comedor con una rosa descapullada y un traje de princesa, y él puso la cabeza de mocho. Interpreté mi papel de mujer sin sentimientos en una tragicomedia de final previsible.. Y en ese absurdo, ambos sabiámos que él era mejor actor y mejor artista, aunque estuviese trabajando de portuario y traficante.

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El momento en que comprendí que mi importancia en su vida era directamente proporcional a la cantidad de sexo suministrado x la medida de desvinculación requerida, me enfadé tanto que desperté a "la imbecil que hay en mí" para que destrozara su mobiliario y lanzara la caja de pandora por las escaleras.

Después de aquello, él dijo que me arrancaría la cabeza y yo pensé en el collage de su pared, escribí una poesía y reinventé nuestra parodia en javascripts y avi files...

Como una adolescente de veinticinco que arruina su cuenta emocional por una estúpida adicción. O como la chica difícil que siempre se encapricha del que dice permanentemente No.

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Difícil

Mil

Mil

Teño algo importante que dicir
agora que vimos de despedirnos
para sempre.
Quérote.
Crávame as unllas,
pero has de saber que tamén fun sincero
as outras mil veces.

Manuel Rivas

Gamoneda

Gamoneda

Sábana negra en la misericordia:

Tu lengua
en un idioma ensangrentado.

Sábana aún
en la sustancia enferma,

la que llora
en tu boca y en la mía
y, atravesando
dulcemente llagas,
ata mis huesos
a tus huesos humanos.


No mueras más en mí,
sal de mi lengua.

Dame la mano
para entrar en la nieve.

La chica morena y el anuncio del tren

La chica morena y el anuncio del tren


Atrapado en el atasco, la ví esperando en la parada. Morena y muy arreglada, fumaba con cara de fastidio. Pensé que era demasiado guapa, demasiado bien vestida para montar en autobús. A su lado un enorme cartel anunciaba los últimos modelos de trenes de cercanias y ella encendía un cigarrillo tras otro, un poco desesperada. Había nacido para desayunar caviar y champan y pasar los veranos en un yate en la costa azul y nunca esperar a nadie.

Cuando decidí acercarme, un potente deportivo rojo paró a su lado. La recogió entre disculpas y se perdió en la avenida rugiendo el motor. El moderno tren del anuncio pareció mirarme con sorna cuando comprendí que yo no habia nacido para las princesas.

Josefillo

Daños colaterales

Daños colaterales

tanto daño
que el corazón
se quedó
ciego
atravesando
los pasillos oscuros
del hospital
donde cirujanos
sin rostro
extirpan
los sentimientos

Martika

Oscuro

Oscuro

ninguna rosa
ninguna agua benéfica
en el caldeado mediodía

sólo arena y sol
el cementerio

¿qué lejana huella
de la pasión aún provoca?

Iván Carvajal

Los amantes de Sumpa

Nos complicamos la vida

Nos complicamos la vida

Tu boca puede más que mi cordura
y me tortura la tentación,
con sólo imaginar que tu me besas
ardo en intensa fiebre de amor.
Mi vida es una llama que se inflama
al soplo de una racha de pasión.
Y un ansia que no deja pensar nada,
un ansia atormentada, me arrastra en su turbión.

Muriéndome de amor (Sucher/Bahr)

Retratos

Retratos

La casa contaba a quien quisiera escuchar que aquel pobre hombre había amado a la mujer retratada hasta la locura, y que la locura del hombre no había sobrevenido precisamente por amar. El problema no había estado en amarla. El problema nunca estaba en amar, amar era sencillo, lo sabía por experiencia. El problema estaba en tener que dejar de hacerlo.

La infidelidad de la era informatica (Jorge Drexler)

La infidelidad de la era informatica (Jorge Drexler)

Aquel mensaje que no debió haber leído
aquel botón que no debió haber pulsado
aquel consejo torpemente desoído
aquel espacio, era un espacio privado.

Pero no tuvo ni tendrá la sangre fría,
ni la mente clara y calculadora,
y aún creyendo saber en lo que se metía
abrió una tarde aquella caja de Pandora.

Y la obsesión
desencripta lo críptico
viola lo mágico
vence a la máquina;
y tarde o temprano
nada es secreto
en los vericuetos
de la informática.

Leyó a mordiscos en un lapso clandestino
tragando aquel dolor que se le atragantaba,
sintiendo claramente el riesgo, el desatino
de la pendiente aquella en la que se deslizaba.

Y en tres semanas que parecieron años
perdió las ganas de dormir y cinco kilos,
y en flashbacks de celos aún siguen llegando
las frases que nunca debió haber leído.

Y en esa espiral
la lógica duerme,
lo atávico al fin
sale del reposo;
y no hay contraseña,
prudencia, ni pin,
que aguante el embate
de un cracker celoso.