Blogia
Jamás lo vas a saber

Sexo

No cambiaría nada

No cambiaría nada

por una hora en tu cama.

O quizás

que cambiaría
todo.

Por una hora en tu cama.

Te castigaré por tu impotencia

Te castigaré por tu impotencia

Derecha te alzas ahora, desconocida,
y no te marchitas,
como si no fueras
jamás a dejar de estar tiesa.

En cambio,
cuando Nemeseno
se acostó todo él junto a mí
ofreciéndome cuanto deseara,
pendías como un muerto.

Estírate, hínchate y llora.
Todo en vano:
no obtendrás compasión
alguna de mi mano.

Escitino de Teos (s. VI a.C.)

Cortesía de El mundo desde mi ombligo

¿Recordáis?

¿Recordáis?

Pues nada. De esta salgo republicano. O empezaré a pensar que no existen.

Buenos deseos para el 2006

Buenos deseos para el 2006

Esos mismos que estás pensando

y que se cumplan, si eso es bueno para ti.

Publicidad: Anuncio de Fin de Año

Publicidad: Anuncio de Fin de Año Jamás lo vas a saber te desea una feliz entrada y salida... también de año.

Navidad

Navidad

La navidad era un concepto, como mi polla. Porque mi polla era el árbol de navidad. Con sus bolas. Con su espumillón de color negro. Mi polla era el abeto sobre el que colocar la perfecta estrella de tu coño en perspectiva. Un belén de posibilidad sobre el que edificar paraísos aparentes. Escorzados los cuerpos, ansiosas las glándulas secretoras de lubricación. Dilatados los esfínteres de alegría y desconcierto.

La navidad, sin duda, era un concepto.

La navidad era una entelequia, como tu cuerpo de zorra. Había un no sé qué de posibilidad resuelta, de deseo inalcanzable. Había un recuerdo ancestral en los alrededores de tu sexo, sagrado cáliz de mis desventuras. Último descanso de mis apetencias intempestivas.

Diario de un impresentable

Transparencias (Manuel Altolaguirre)

Transparencias (Manuel Altolaguirre)

Hice bien en herirte,
mujer desconocida.
Al abrazarte luego
de distinta manera,
¡qué verdadero amor,
el único, sentimos!


Como el mueble y la tela, tu desnudo
ya no tenía imponancia bajo el aire,
bajo el alma, bajo nuestras almas.
Nosotros ya no entendíamos de aquello.


Era el suelo de un ámbito
celeste, imponderable.
Éramos transparencias
altísimas, calientes.

¿Números?

¿Números? ¿Lotería? Con el 69 ya me siento feliz.

Siempre

Siempre

Siempre he sospechado que no era posible tanto exceso de simetría entre vosotras dos.

Tan altas, tan pétreas, tan correctas, tan inmutables, tan barrocas...

Tan iguales.

EnREDado

EnREDado

Dentro de ti crece
un puente secreto
y a veces lo cruzo
y otras me detengo
y vivo
enredado entre tu pelo.


Calles y ventanas
llevan a tu encuentro
a veces camino
a veces no puedo
y vivo
enredado entre tu pelo.


Pájaros y alambres
veletas y vientos
ando patinando
en ríos de hielo
y vivo
enredado entre tu pelo.

Pablo Guerrero

Uno de cadenas...


Mi querida Maricoché me mandó hace tiempo una cadena proveniente del Sr. Baco.

Uno es muy bien mandao, aunque un poco perezoso. Por eso he tardado en responder. Pero más vale tarde que nunca. Ahí voy.

1.- ¿Cual fue el polvo de tu vida?

Uff. Difícil. Son varios. Muchos, creo. Normalmente inesperados, aunque tengo cierta debilidad por los planificados en hoteles. Recuerdo uno maravilloso en un parador. Otro, con la mujer de un amigo. Es difícil explicarlo sin contarlos enteros. La primera vez con una de mis antiguas parejas, a escondidas en el piso de unos amigos de ella. Otro, un ataque de priapismo en una pensión de Atenas... ¡Qué buenos recuerdos!

Y aún espero que el mejor de todos esté por llegar.

2.- ¿Cual es el sitio mas original en el que has follado?

El otro día hicimos esta pregunta en una reunión y... ¡yo que pensaba que era original!

En un autobús interurbano, en las literas de arriba de un tren (con el departamento repleto),en un trastero, en una casapuerta. No lo he hecho nunca en los servicios de un bar (tampoco me apetece demasiado) ni en un ascensor. Sí que me gustaría en una piscina, o en el mar, o en una playa desierta.


3.-¿Que es lo que mas te gusta mientras estas follando?

Notar cómo ella llega al orgasmo. Es un momento mágico.

4.-¿Que es lo que mas te molesta mientras estas follando?

Cito a mi antecesora en la cadena: Creo que esta es la respuesta menos original de todas, porque es algo comun.....pues claro, el coitus interruptus....por el motivo que fuere. Y me hubiera gustado que se usara menos la palabra follar en el cuestionario, ya que estamos.

5.-¿Que fantasia sexual te queda por cumplir?

Básicamente, acostarme con algunas personas concretas,... pero eso no cuenta como fantasía ¿no?. Me gustaría repetir algunas: dos chicas a la vez, por ejemplo. O una orgía. Bueno, me faltan dos chicos y una chica haciendo un sandwich, si es por faltar, pero no está muy alta en la lista de preferencias. Sí he estado alguna vez en esa situación pero no llegamos a la postura concreta.

6.- ¿Con que personaje masculino y femenino de la blogosfera te darías un revolcón sin dudar?

Sin dudarlo: Maricoché . Me gustan muchísimo las Salidas de Emergencia y me encanta entre ellas laceci. También, por supuesto, con la estupenda Mamots o con la la vecinita. No desdeñaría un trío con Julia y Wolff si se diera la oportunidad. Reconozco también que la guiri me da mucho morbo, pero me temo que será imposible. Con ella me gustaría practicar algunas de mis fantasías. Y seguro que me olvido de ti. Discúlpame.

7.-¿A quien le paso el testigo?

A todos los lectores y lectoras que llevan tanto tiempo sin comentar nada. Me tenéis extrañado. Y mira que me curro la página últimamente (Sí, ya sé que la calidad de los textos ha bajado, pero es que es difícil encontrar buena poesía erótica). Bueno, pues, por involucrar a alguien, a las antedichas: Salidas de Emergencia (de nuevo, mención especial a laceci), a Mamots,a la vecinita y a Julia y Wolff.


Y bueno, esta anotación rompe dos tradiciones. No encuentro una foto adecuada y es un texto personal. Alguna vez tenía que ser.

ESTOY CONDENADA... (fragmento)

ESTOY CONDENADA... (fragmento)

Es imposible no sepultarme
en esta angustia
de no verte pegado a mi almohada
Visto de negro
porque me siento poseída
por tu sombra
alrededor de mi sexo

Tu sexo haciendo circuito
con este tejido difuso
donde he aprendido
a susurrar acertijos
que son tu nombre
de grillo húmedo

Soy la esclava perfecta
perfecto
este instante

No se parece a ti
ni el mar más salado
ése que me hunde en el lunar
negrísimo de tu pecho

Aleyda Quevedo

Nadie podría pensar que tu y yo...

Nadie podría pensar que tu y yo...

Allí precisamente,
un momento
inimaginable,
un suspiro,
una imagen fugaz,
una sóla vez.

Y cuando
me volví
para mirarte
ya no estabas.

No dejaré
de preguntarme
si realmente ocurrió. 

Santa Narcótica (fragmento)

Santa Narcótica (fragmento)

Con la imagen del cuaderno en la cabeza, sintió el mismo mareo de su primera borrachera, luego de haber bebido con fervor de homenaje alguna de las combinaciones, exactamente las mezclas número dieciocho y la número veintiseis, champagne con cassis y nuez moscada y vodka con jugo de uva negra y pimienta blanca.

Como si el recuerdo de la ebriedad no pudiese sacarla del pasado, volvió a sentir el primer sacudón, inolvidable y vertiginoso, de la primera raya de cocaína que la ayudó a no estar más borracha.

Se vio nuevamente sentada en círculo entre un grupo de gente como ella -ahora eran todos adultos, ella ya tenía veinte- mientras repetían la oración de la serenidad como un mantra.

Dios concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Valor para cambiar aquéllas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia.

Todavía le funcionaba.

Empezó a decirla y de inmediato se encontró en la noche en la que le dieron un llavero de plástico negro por haber cumplido seis meses de abstinencia.

Volvió a sentir la saliva de los besos que le dio su mejor compañero de los grupos de narcóticos, Favio.

Suspiró largamente cuando se vio haciendo el amor con una pasión que no había conocido y a un nuevo suspiro sumó una lágrima, la primera de ese día, cuando se le vino encima toda la oscuridad de un domingo más o menos cercano en el que Favio la abandonó sin ninguna razón.

Al menos ella no había encontrado ninguna.

Cristina Civale

EL VENENO

EL VENENO

Revestir sabe el vino los más sórdidos antros
De un milagroso lujo,
Y hace surgir más de un pórtico fabuloso
Entre el oro de su rojo vapor,
Como el sol que se pone en un cielo nublado.

Agranda el opio aquello que no tolera límites,
Lo ilimitado alarga, el tiempo profundiza, los deleites ahonda,
Y de placer triste y oscuro, anega y colma al alma rebasada.

Mas todo eso no vale el veneno que fluye
De tus ojos, de tus verdes ojos,
Lagos donde mi alma tiembla y se ve invertida...
Llegan mis sueños en tropel, para abrevar en esos dos abismos amargos.

Mas todo eso no vale el prodigio terrible de tu mordiente saliva,
Que sume en el olvido a mi alma impenitente
Y, el vértigo arrastrando, la trae desfallecida a orillas de la muerte.


Charles Baudelaire

Jun

Jun

Alma restregaba el cuerpo del marido con una tusa de maíz enjabonada, el cuello de toro, el pecho velludo, el vientre, la espalda, los muslos, la mirada de milano en los senos duros, en las caderas, en el vellón negrísimo del pubis, las manos de Alma sobre el vientre, se deslizan a los testículos, soba rítmicamente el miembro entumecido, adelante, atrás, el falo de garañón, de toro de lidia, el hombre encendido por el deseo de pie frente a la gitana que se pone de rodillas, el miembro degustado con artificio, con laboriosidad, con glotonería, la esperma caliente sobre los senos, el vientre, los muslos. La gitana mira a la pared que la separa del cobertizo, lo sabe ahí, contemplándola cabalgar, mirándola poseer al hombre rendido, boca abajo, la lengua buscona en el círculo negro, rodeándolo, hundiéndose en él, la tusa sujeta con ambas manos se introduce de un golpe y provoca un estertor en el cuerpo de ébano que se retuerce y serpentea en el suelo, ella a caballo sobre la espalda sostiene la tusa con una mano mientras con la otra se frota el clítoris, lo sabe ahí, tras la pared, tras el agujero taladrado en la madera, contemplándola, viéndola espléndida jinete, dueña y señora del cuerpo que gime y suplica, el cuerpo sudoroso del marido...

El bufón y la doncella

Fragmento de HOMBRE QUE MIRA LA LUNA, de Mario Benedetti.

Fragmento de HOMBRE QUE MIRA LA LUNA, de Mario Benedetti.


hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo
dijeron no va más al carajo selene

se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.

Besos

Besos

Me gusta despertarla besándola en los labios; aparto un poco el vello y beso sus labios.

Con la punta de mi lengua abro el camino, obteniendo como respuesta un ligero estremecimiento

Continuo lamiendo la cara interna de sus muslos, subo luego a su vientre, me entretengo en el ombligo, subo mis manos hasta sus pechos, y ella despertando las aprieta con las suyas a la vez que musita un agradable "Buenos días".


Sigo con mi tarea, introduzco mi lengua, chupo, muerdo, beso. Hasta que sus muslos empiezan a temblar, entonces agarra mi cabeza, aprieta sus piernas, exhala un suspiro que le sube del alma y un agrio y blando licor invade mi boca.

Me gusta guardar ese sabor hasta...


Melitón Padilla

Encuentros

Encuentros Y ya te vas y ya me voy.
Tu y yo nos vamos, y nos tenemos que ir,
y nos tenemos que venir antes de que nos vayamos.
¿ Pero cómo ?
Tengo la boba intuición de que te gusto,
pero de que tienes al mismo tiempo un miedo profundo
y dudas mil sobre la posibilidad de uno de esos encuentros del tercer tipo con el mismo sexo.
Tengo esta boba intuición porque mi madre es bruja
y porque veo muchas películas.
Y porque te vi ayer,
mirándome y alejándote,
acercándote y temiendo, transpirando cierto vértigo.
Yo también tengo mis miedos,
pero tengo más edad,
unos pocos encuentros de esos acumulados en mi piel,
y una evidente asunción del porcentaje que mis endorfinas asignan a la falda.
Hay una clara ventaja a mi favor de la que puedo echar mano,
pero no quiero abusar

literadura

11. EL SEXO

11. EL SEXO


Oculta rosa palpitante
en el oscuro surco,
pozo de estremecida alegría
que incendia en un instante
el turbio curso de mi vida,
secreto siempre inviolado,
fecunda herida.

Alaide Foppa
(Elogio de mi cuerpo)